La cantante y actriz Ana Mena lanzó su nuevo tema “Lárgate”, una balada que marca un cambio de rumbo en su carrera. Con este estreno, la artista malagueña deja atrás los sonidos más pop y bailables de sus últimos trabajos para apostar por una propuesta más emocional, íntima y con tintes cinematográficos.
El videoclip, dirigido por Willy Rodríguez, acompaña esta transformación con una historia potente: Ana interpreta a una mujer que vive sola en una granja, rodeada de silencio y secretos. Entre planos de belleza inquietante, se revela el misterio: su pareja yace muerta, y ella sigue actuando como si nada hubiera pasado. Un guiño elegante y perturbador a clásicos como Psicosis o Volver.
En lo musical, “Lárgate” abre una nueva etapa para la artista malagueña. El sonido se aleja del pop luminoso de “Madrid City” o “Las 12”, y se adentra en un pop, inspirado en la música de artistas de los años 70 mezclado con un sonido más contemporaneo, donde cada instrumento parece dialogar con la voz. No hay artificios ni efectos: solo emoción cruda, pura y directa.
La letra es una mezcla de dolor y sarcasmo, una catarsis en forma de canción. Mena convierte la venganza en arte, jugando con imágenes fuertes y confesiones que rozan lo prohibido. Pero detrás de esa rabia hay algo más profundo: la libertad de contar su historia sin pedir disculpas.
Con este lanzamiento, Ana abre una nueva página en su carrera: más madura, más arriesgada y profundamente emocional. “Lárgate” no es solo una canción sobre dejar ir a alguien; es una declaración de que, a veces, para cerrar un ciclo, hay que hacerlo con una banda sonora inolvidable.
